viernes, 14 de noviembre de 2014

Gestión emocional de la retirada deportiva del deportista profesional

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Hace unos días charlaba con un cliente, futbolista de élite, y me comentó que estaba algo preocupado por su retirada deportiva. Desde fuera, podríamos pensar que un jugador que lleva cerca de 10 años en Primera División disfrutando del fútbol y que tiene todos los privilegios en nuestra sociedad no tiene que estar inquieto por esta cuestión ya que tiene la vida resuelta.
Y posiblemente puede que tenga la vida resuelta a nivel económico, pero es complicada realizar la transición de deportista de élite a deportista retirado, porque pierde muchas cosas y hay que saber gestionar ese cambio de vida. Vamos a ver las razones.
Desequilibrio emocional
En primer lugar el jugador que no tiene una autoestima equilibrada y que siempre ha vinculado toda su persona con el “personaje deportivo que sale en la televisión” tiene un gran problema. Si únicamente se ha identificado con su profesión y ésta finaliza, es como si desapareciera del mapa.
Adios a la rutina de ir a entrenar todos los días y a los partidos con miles de personas viéndote y valorándote por tu trabajo. Adios a los elogios de tus seguidores. Adios a los salarios de un deportista de élite. Incluso, en ocasiones, adios a los privilegios y al reconocimiento social porque “ya no eres noticia” y ahora eres un exdeportista. Si no se gestiona emocionalmente todo esto de manera correcta, hay deportistas que caen incluso en la depresión.
Cuando alguien se identifica únicamente con su profesión y con sus logros, y éstos se acaban, es como si la persona desapareciese. Al identificarse con su “ego”, y no con todo lo que es, con su “ser”, esa persona que tiene unos valores y una identidad, que tiene otras cosas por las que ser feliz como salud, familia, estabilidad económica, un futuro lleno de posibilidades, el deportista se centra en el pasado y en lo que fue, en vez de en el presente y disfrutar de lo que tiene ahora.
Por tanto, se siente vacío, parece que le falta algo, echa de menos su vida anterior, y como se aferra a eso que ha perdido no se siente feliz.
Iniciar una nueva vida. Gestión del cambio
Cuando un deportista se retira, inicia una nueva vida. Es posible que como decíamos antes, eche de menos su etapa de profesional, o incluso que ya esté cansado y quiera hacer cosas diferentes.
En ambos casos, es fundamental que el deportista sepa gestionar ese cambio y además se plantee nuevas metas.
Además de adaptarse al cambio, es necesario aprender a proyectar el futuro que uno desea y establecerse objetivos. Si una persona no tiene objetivos ni retos en su vida, ya puede tener todo el tiempo y el dinero del mundo que no será feliz.
Por tanto, además de descansar, viajar y divertirse, después de mucho años de concentraciones y entrenamientos duros, es necesario que el deportista se plantee nuevos retos. Desde seguir vinculado al mundo del deporte como técnico, director deportivo, etc. hasta dedicarse a otra profesión u otros negocios no relacionados con su antigua profesión. Cualquier cosa que sea un reto para el exjugador y que sea algo con lo que pueda disfrutar y ganarse la vida.

¿Qué otras cosas puede hacer un exdeportista para gestionar de forma eficaz su retirada deportiva?
Disfrutar de la familia
Parece una tontería pero los deportista de élite se pierden muchas cosas a nivel familiar cuando están en activo. Desde no poder estar en los eventos familiares, ya que la mayoría se llevan a cabo en fines de semana cuando compiten, hasta tener que pasar muchos días del año concentrados o viajando lejos de su casa y sus seres queridos.
Por tanto, cuando se retiran es momento de divertirse con la familia y los amigos. Disfrutar yendo a recoger al colegio a tu hijo, ir a ver un partido con tu padre, irte de vacaciones con tu mujer, salir con los amigos…
Todas estas pequeñas cosas harán feliz al exjugador y a su entorno.
Aprender o iniciar hobbies
Cuando un exjugador se retira, por regla general, sigue “necesitando” realizar ejercicio físico. No al nivel que lo hacía antes, pero si de una forma recreativa. Hay algunos que siguen practicando su deporte porque les apasiona, aunque ya no estén como cuando eran profesionales. Otros se decantan por deportes como el padel o el golf. Otros salen a correr. Pero lo importante es que tengan ese hábito saludable y un hobbie con el que entretenerse y pasar un rato con sus amigos.
Incluso hay personas que tienen otras inquietudes y comienzan a aprender un idioma, tocar un instrumento musical.
No importa lo que se haga. Lo que importa es que se mantengan hábitos saludables y tener a la mente entretenida con cosas que puedan distraer y divertir.
Centrarse en el presente y no en el pasado
Tengo la fortuna de estar rodeado de personas del mundo del deporte. Gente que ha vivido muchas experiencias extraordinarias. Hay algunos que me llaman mucho la atención porque solo hablan de su época de deportista profesional. Parece que el tiempo se ha parado y que lo que están viviendo ahora es un tiempo extra que no tiene importancia.
Y no digo que recordar buenos momentos esté mal. Todo lo contrario. Lo que sucede es que hay exjugadores que únicamente hablan de cuando eran deportistas. Si hablas de una ciudad, te recuerdan alguna anécdota de cuando fueron a jugar, si hablas de algún jugador o entrenador, te lo comparan con alguien de su época, etc. Todo les recuerda a su pasado porque siguen anclados en él.
El pasado es historia, el futuro está por llegar, por tanto hay que centrarse en el presente, que es un regalo para todos nosotros y lo único que podemos disfrutar y modificar.
Cuando un exdeportista se centra en el presente, disfruta de su familia y amigos, tiene hobbies con los que se entretiene y nuevos retos personales y profesionales, está canalizando su energía de una forma óptima para poder seguir siendo feliz y disfrutar de la vida.


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