Una buena amiga y cliente
me ha dicho algo que me parece interesante aclarar. Me ha dicho algo que sé que muchos piensan....."Me parece increíble que un tío
con tu afición y culto al cuerpo y al deporte sea a la vez tan sensible"
Voy a intentar explicar el porqué para mí, una cosa no quita la otra...
La mente y las emociones están unidas como un equipo donde se dan casi todos
nuestros pensamientos y acciones pero nuestro cuerpo es el vehículo para que surja una sinergia entre él, nuestra mente y nuestras emociones. Para
mí es un "todo", es totalmente sinérgico y en mi opinión necesario
para llevar un camino completo en nuestra evolución como personas.
Un cuerpo saludable, atlético y unos hábitos alimenticios acordes a nuestra
naturaleza que es todo, menos sedentaria y de comida basura, es proporcionar a
nuestro "YO" un equilibrio que te hace sentir vivo y te ayuda a
levantarte constantemente de los tropiezos y vicisitudes de la vida.
Para que ese cometido se haga posible, hay que mantener nuestros tres canales: cuerpo, mente y emociones en un equilibrio constante. Trabajar nuestro cuerpo no es más que darle al mismo lo que necesita. Buen tono
muscular, buena condición fisiológica y que sumado a una buena alimentación
hace que esta vida nos "despeine" y seamos más conscientes de nuestra existencia y nuestros límites.
Estar bien físicamente y cuidar nuestro envoltorio nos proporciona un buen vehículo hacia nuestras emociones positivas que puede ayudarnos a entrar en nuestro interior con más positividad porque los
cambios químicos que se producen en nuestro cerebro son tan placenteros que nos proporciona estabilidad emocional y mental. Esto que digo no es nuevo, sin embargo a
veces se separa la percepción de saludable físico y saludable emocional por
culpa de estereotipos sociales y de personas que realmente solo cuidan su
aspecto exterior por carencias interiores que también las hay y muchas, pero no
todos los casos son iguales. De hecho, lo natural y lógico es que cuidáramos un vehículo que nos debe conducir muchos años y con la mejor calidad posible. Mi vida exterior es igual de importante que la interior y
lo único que procuro es crear un equilibrio entre ambas. Cierto es que verse además bien en el espejo sube nuestra autoestima y hace surgir un poco nuestro punto narcisista pero créedme que eso es solo anecdótico y lo menos importante.
Trabajar nuestro físico no debe convertirse en la "brújula" que rige
nuestras vidas pero es importante cuidarlo y mimarlo mucho. Una persona que no se cuida, que no hace
deporte y que no se alimenta de forma equilibrada, siempre tendrá carencias físicas y emocionales
que harán mella en su salud mental y orgánica.
Me gusta ser sensible porque lo soy, me gusta hacer deporte porque lo hago y
me gusta llevar un orden en mi alimentación porque lo llevo y todo ello me hace
tener un autocontrol y un amplio conocimiento de cómo responde mi cuerpo y mis emociones a diferentes estímulos.
Ser sensible es un síntoma de inteligencia emocional, al contrario, ser
insensible es síntoma de fragilidad e inconsciencia de nuestro sentido de la vida.
Cuidarse, hacer deporte, gustarse, alimentarse bien sin obsesión ni centrar
solo nuestra vida en un gimnasio o contando calorías, es muy saludable y
nos convertirá en nuestra mejor versión. Hay que romper las
generalizaciones y no sorprendernos si una persona que cuida su cuerpo y su
alimentación, no es un gilipollas insensible y un
obsesivo por el culto al cuerpo. Debemos entender ese tipo de filosofía como una parte lógica y necesaria para nuestra vida.....nuestra buena vida. Entrenarnos fisicamente y en especial, muscularmente no solo tiene un objetivo estético que es lo que muchos piensan, es una forma de cultivar y mantener nuestro envoltorio de forma adecuada. Pensar que una persona que cultiva sus musculos son todos personas obsesivas que solo tienen en la cabeza cultivar esa estética es una percepción equivocada que deberíamos cambiar y no esteriotipar un formato de vida que es el que debería ser normal.
Hay cada vez más estudios constatados, que resaltan la importancia de mejorar nuestro tono muscular por encima incluso de la mejora o mantenimiento de nuestra condición aeróbica, entre otras cosas porque lo que vamos degradando más rápido con los años, es nuestra capacidad muscular. Por lo tanto si trabajamos muscularmente mantendremos mejor esa capacidad y nuestro cuerpo no envejecerá y deteriorará tan rápidamente como ocurre en nuestra sociedad actual.
Porqué no intentar integrarlo todo y estar bien a todos los niveles sin que
carezcas de alguna de ellas?
Esa es la pregunta que uno ha de hacerse. Nuestro cuerpo es un vehículo que
también hay que cuidar y pulir porque es el único que tenemos y hay que
mantenerlo saludable el mayor tiempo posible y la forma de hacerlo no tiene que estar ligada solo a la mal llamada "buena vida" si no al ejercicio muscular, aeróbico y alimenticio que es para lo que realmente estamos diseñados genéticamente. Si lo integramos con nuestra vida interior y emocional, tendremos las mejores herramientas vitales que existen.