Alimentarse bien y hacer deporte no es solo un tema de salud que
por supuesto lo es, es muchísimo más de lo que nos pensamos.
Llevar una buena alimentación e integrar algo de deporte en nuestro
día a día, son los dos pilares básicos para dirigirnos hacia un
estado de bienestar, positividad y creatividad máximos en nuestra
vida y sinceramente no creo que muchos sean conscientes de este
estado de gracia.
La pereza es la gran enemiga no solo de descuidar nuestro cuerpo
que es nuestro vehículo vital, también evita los cambios y
cualquier reto que se nos presenta en nuestra vida porque esa pereza
no es más que falta de actitud y baja consciencia sobre la importancia que tiene ese enfoque y filosofía de vida.
El impacto que tiene la comida en nuestra vida, no solo implica a
nuestro sistema digestivo y sanguíneo, tiene también un impacto
directo a nuestra inteligencia, nivel de aprendizaje, memoria y
nuestras emociones.
Cuando nos sentimos fatigados física y mentalmente, cuando nos
cuesta memorizar y con menos capacidad de aprendizaje, cuando nos
sentimos con un bajo estado de ánimo y faltos de positividad,
solemos recurrir a los médicos, tomamos suplementos y acudimos a los
psicólogos, psiquiatras y terapeutas. Eso puede ser una buena ayuda
complementaria pero nunca puede ser una fórmula exclusiva sin
nuestra propia actitud.
Verdaderamente la investigación reciente de todo esto,
fundamentalmente en el Reino Unido, nos aporta datos científicos y
exactos del gran impacto que tiene una buena alimentación en nuestra
inteligencia, capacidad de aprendizaje, nuestra memoria y nuestro
estado de ánimo, incluso el insomnio...prácticamente todas las
facetas vitales de un ser humano. Esto tiene un porqué y voy a
intentar explicarlo.
El cerebro humano tolera muy mal las
subidas bruscas de glucosa en nuestro torrente sanguíneo y
enseguida dispara de forma igual de brusca, la insulina para
contrarrestarla y eso produce falta de concentración, pérdida de
memoria e irretabilidad. El cerebro no necesita estas subidas y
bajadas bruscas, necesita un nivel constante de glucosa en la sangre.
Eso se consigue con hidratros de carbono lentos de IG bajo que vayan
liberando sus azúcares de forma gradual a lo largo del día. Las
proteínas que también debemos ingerir, cuando se añaden a los
hidratos de carbono, mejoran esa sostenibilidad y liberarización
gradual de los azúcares.
Todos los carbohidratos integrales, son
muy superiores desde el punto de vista de vida mental, al resto de
hidratos procesados y eso ocurre porque los carbohidratos integrales
contienen más fibra queconsigue y favorece esa liberarización lenta de
los azúcares ¿Eso quiere decir que debemos comer exclusivamente
alimentos integrales y desechar los demás?...pues no, pero sí
debemos dirigirnos hacia una base de azúcares alimenticios
integrales, sin dogmatismos, ni obsesiones pero con conciencia de lo
que comemos.
Las mejores fuentes de carburantes para
el cerebro, son los carbohidratos complejos, todos aquellos que lo
componen los vegetales y la frutas de bajo IG.
Con toda esta explicación, lo que
quiero decir es que si queremos cuidar nuestro cerebro, nuestra
inteligencia y capacidades de nuestro cerebro, hemos de ir cambiando
la ingesta de los azúcares refinados por estos otros azúcares
complejos y basar gran parte de nuestra alimentación en ellos.
Eso a veces cuesta porque asociamos el disfrute del paladar con la ingesta de esos azúcares nocivos y refinados, pero
tenéis que imaginaros la recompensa que supone renunciar a ellos: aumentar nuestra capacidad de análisis, aumentar nuestra capacidad de
negociación, aumentar la memoria, etc. Todo esto es de vital
importancia para nuestra calidad de vida y sobretodo nuestra calidad
de pensamientos y emociones y no debería plantearse solo como una
opción, porque nos jugamos mucho más que una simple elección.
Uno de los
mejores científicos que hay en el mundo, Jose María Ordovás,
experto en nutrigenética
y nutrigenómica, nos recuerda la poca consistencia científica que
tiene la demonización de las grasas.
El
cerebro se compone de un 60% de grasa y por tanto la grasa no puede
ser tan mala como intentan hacernos creer ciertas fuentes de la
medicina dietética ctual. Es cierto que hay grasas más saludables
que otras pero todas son necesarias. La carencia de ciertas grasas,
no solo afectan a nuestra inteligencia, si no a todo lo que refleja a
nuestro estado de ánimo, lo que pensamos y lo que sentimos. Hay
diferentes patologías que pueden tener una relación directa con una
ingesta inadecuada de grasas.
- ADD (trastorno de déficit de atención.
- DEPRESIÓN
- FATIGA
- PROBLEMAS DE MEMORIA
- DIFICULTADES DE APRENDIZAJE
Hay
grasas saturadas y polinsaturadas, colesterol que las fabrica el
propio cuerpo, pero hay otras grasas que no las fabrica nuestro
cuerpo y si no las tomas a través de la ingesta externa de
determinados alimentos o suplementos, nunca podrían llegar a
metabolizarse en nuestro organismo, como son el caso de las grasas
OMEGA
3 y OMEGA 6.
Se
sabe que la Mielina
es una sustancia blanca que envuelve a los axones de nuestras
neuronas, y está compuesta por un 75% de grasa. La Mielina es como
una especie de “cinta aislante” que sirve para que la “corriente”
de orden electroquímica vaya dando “saltos” y sea mucho más
rápida en sus conexiones entre neuronas.
La
ciencia antes creía que el “cerebro “ de una celula estaba en el
núcleo de la misma, pero hoy por hoy la ciencia ha demostrado y
descubierto que el “cerebro” de la celula está en su mebrana y
por tanto, en el caso de las neuronas pasa lo mismo. Esa membrana es
por así decirlo, el centro de información de esas células y está formada por GRASA ¿y ese dato que nos revela? Nos
revela que si nuestra ingesta de grasas es inadecuada, nuestro
cerebro se verá afectado a nivel de neurotransmisión, la
conductividad nerviosa se verá mermada y por tanto afectará a
nuestra vida mental.
Esas
grasas indispensables para que nuestro cerebro funcione bien a nivel
neuronal, son los ÁCIDOS
GRASOS ESENCIALES,
o sea los te tenemos que tomarnos de forma externa porque el cuerpo no
los fabrica.
La
base de todo esto es el ÁCIDO
ALFA LINOLÉNICO
que lo componen el EPA
y el DHA.
No todos los suplementos contienen ambos pero los omega 3 sí que los
llevan y es algo que debemos mirar bien porque nos hemos de asegurar
que están integrados ambos en ese suplemento.
No
obstante, no necesariamente tenemos que recurrir a suplementos, de
hecho, podemos evitarlos ingiriendo una serie de alimentos bastante
corrientes y fáciles de conseguir en cualquier mercado alimenticio:
En los arenques, la caballa, el atún, el salmón del atlántico y
las sardinas pero también en los huevos de gallina y en las nueces
(omega 3), de hecho no deberíamos tomar menos de 3 huevos a la
semana, ni menos de una ración de pescado a la semana, para lograr
parte de esos ácidos grasos importantes. Está totalmente
injustificada toda esa fama del colesterol de los huevos y por tanto
no tiene sustento científico para descartarlos en cantidades
generosas. De hecho yo recomendaría una ingesta de 2 huevos diarios
sin ningún problema y así asegurarnos la obtención de omega 3, no
obstante yo recomiendo que esos huevos de gallina sean de tipo
camperos o ecológicos porque nos interesa que esas gallinas
ponedoras, se hayan alimentado en parte o en su totalidad con granos
y que no solo los hayan visto en un poster!
Otro dato importante que os voy a dar, es que esos huevos, mejor consumirlos crudos, cocidos o en tortilla poco hecha, porque si los freímos, nos cargamos gran parte de esos omega 3.
Otro dato importante que os voy a dar, es que esos huevos, mejor consumirlos crudos, cocidos o en tortilla poco hecha, porque si los freímos, nos cargamos gran parte de esos omega 3.
Por
tanto y resumiendo, los OMEGA 3, los OMEGA 6 y los FOSFOLÍPIDOS,
deberíamos darles la máxima atención. Hay varios suplementos que
contienen los tres o se pueden consumir por separado.
La
fosfatidil colina y la serina, son muy importantes para la memoria ya
que el transmisor del hipocampo (es el centro logístico de nuestra
memoria) utiliza la colina para ese fin. La fosfatidil colina es muy
abundante en las sardinas,
también las de lata son válidas para quien no les guste cocinarlas.
LOS
AMINOÁCIDOS
Ramón
y Cajal descubrió que las conexiones de las neuronas llamadas
napsis, estaban separadas (sinápsis). Esa base de neurotransmisores
son los aminoácidos. Si no ingerimos suficientes aminoácidos,
podemos fallar en esa transmisión neuronal.
Esos
aminoácidos son:
- LA GLUTAMINA
- TIROSINA
- TAURINA
- TRIPTÓFANO
- FENILALANINA
Por
ejemplo, el TRIPTÓFANO,
es la base de la SEROTONINA
que es la hormona que genera sensaciones de bienestar y felicidad
pero también de una hormona que es la DOPAMINA
que es un neurotransmisor que se pone en marcha cuando uno tiene
ganas de hacer algo, es la que nos empuja a la acción a través
también de la adrenalina.
Todas
las enzimas que deriban de esos esos nutrientes inteligentes, las
encontramos en los vegetales,
frutos secos y frutas
y por eso es tan importante su consumo e ingesta diaria, al igual que
la vitamina B12 que las encontramos en los huevos,
la carne y los pescados.
¿QUÉ GRASAS DEBEMOS EVITAR PARA NO DAÑAR NUESTRO CEREBRO?
Las
grasas hidrogenadas son las que deberíamos evitar en su totalidad
porque ocupan el lugar del DHA
en el cerebro que impiden la formación de GLA,
DHA y PROSTRAGLANDINAS.
¿QUÉ MÁS DEBEMOS EVITAR PARA NO DAÑAR NUESTRO CEREBRO?
Fuera
del contexto alimenticio, debemos cuidar nuestro nivel de ESTRÉS
con
EJERCICIO FÍSICO,
con buenas conversaciones, con humor y con algo de meditación,
porque si no, se libera el CORTISOL
que tiene la capacidad de dañar neuronas.
CUIDANDO
LO QUE COMES, CUIDAS LO QUE PIENSAS, CUIDAS LO QUE SIENTES Y TAMBIÉN
LO QUE ERES.