sábado, 1 de julio de 2017

El deporte, una buena alimentación y el Mindfulness, los tres pilares básicos de nuestra salud, física, mental y emocional.






Todos tenemos deseos, ideas y proyectos en nuestro trabajo o simplemente  para mejorar nuestra vida, pero estás ideas y deseos de nada van a servir si no decidimos ponerle una fecha a su manifestación.


Ramón y Cajal dijo: "Las ideas no duran mucho, hay que hacer algo con ellas"

Si todos los hombres y mujeres de este planeta se propusieran actuar para llevar a cabo sus proyectos, ideas y deseos, este sería un mundo mucho más feliz y realizador.
Pero como todo en el ser humano, nuestras acciones dependen de nuestras emociones y muchas veces esa falta de realización y actitud depende de que seamos capaces de controlar el miedo a los cambios.
Esta conducta humana y natural que surge con el miedo, nos intenta alertar  de peligros inminentes, pero el problema es que esa conducta y sensación de miedo no distingue entre un peligro real a otro que no lo es, ya que simplemente se activa de la misma forma y ahí reside nuestro reto vital.
Hay dos glándulas en nuestro cerebro encargadas de estas funciones emocionales entre otras: el hipotalamo y la amígdala cerebral.
El Hipotálamo y la amígdala cerebral son dos fantásticas estructuras que proporcionan la visión equilibrada de los riesgos, los miedos, las pasiones y las carencias. Constituyen nuestro cerebro emocional.
El hipotálamo es una de las estructuras cerebrales con un papel más importante en la regulación de los estados de ánimo, de la temperatura corporal, del sueño, de los impulsos sexuales y del hambre y la sed.
La amígdala podemos decir sin equivocarnos que es una de las más importantes asociadas al mundo de las emociones, es lo que hace por ejemplo que seamos más variables que cualquier pariente evolutivo cercano, ella la responsable de que podamos escapar de situaciones de riesgo o peligro, pero ella también la que nos obliga a recordar nuestros traumas infantiles, y todo aquello que nos ha hecho sufrir en algún momento.
De esta forma podemos concluir que el hipotalamo es por así decirlo, la estructura emocional que equilibra nuestros miedos, la que los contrarresta.
Se ha comprobado científicamente que cuando hacemos deporte y nos alimentamos bien, nuestro hipltalamo aumenta de tamaño y la amígdala cerebral disminuye, al igual ocurre al revés, si somos sedentarios y nos alimentamos mal, nuestro hipotalamo disminuye de tamaño y la amígdala aumenta y eso nos lleva a la inequívoca conclusión de que nuestra vida emocional depende en gran medida de nuestra actitud frente a estas dos condiciones vitales. Si llevamos una vida sedentaria y nos alimentamos mal y sin control, nuestros miedos e inseguridades aumentarán y en consecuencia nuestra calidad de vida y nuestro bienestar emocional caerán en picado. Por tanto hacer deporte y alimentarnos bien no debería plantearse solo como una opción de actividad y cuidarnos un poco, si no como una de las más importantes opciones de vida ya que de ello depende el resto de emociones y actitudes vitales.
Para ir hacia delante, salir de nuestra zona de confort y poder realizar nuestros deseos y proyectos, dependemos directamente de nuestra salud física y mental de la que se encarga directamente nuestra actividad física y nuestra alimentación.
No deberíamos caer en la creencia equivocada que hacer deporte y alimentarnos bien es perder momentos de disfrute y buenos ratos en nuestra vida porque es simplemente esto es mentira. Y es justamente este lo contrario.
Si queremos sentirnos bien, enérgicos, positivos y com menos miedos e inseguridades, debemos entender que eso solo es posible con el ejercicio físico y una alimentación acorde a nuestras necesidades fisiológicas diarias.
Se puede ser un genio en cualquier talento, se puede ser creativo, se puede ser altamente cualificado en nuestra profesión, se puede ser empático en nuestras relaciones pero nunca vamos a sentirnos plenos, enérgicos y positivos del todo si no incorporamos en nuestra vida estas dos condiciones.
Nuestros ancestro recorrían diariamente entre 19 y 25 Km diarios, eran fuertes y resistentes, eran superviviente y gracias a eso, los seres humanos estamos hoy aquí. No es por tanto contradictorio que lo que nos ha hecho sobrevivir como especie, ahora lo dinamitemos por una actitud tan poco lógica y antinatural?

Hacer deporte, alimentarnos bien y aplicar el Mindfulness en nuestra vida, supone incluir tres conductas pilares de nuestra existencia física, mental y emocional que nos influye a la hora de tomar decisiones, sentirnos bien y ser efectivos en nuestros propósitos. No debería plantearse nunca como una simple opción, si no como un comportamiento vital y una filosofía de vida que realmente necesitamos para nuestra felicidad.

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