miércoles, 6 de diciembre de 2017

Sé amable...




Muchas veces pasamos por esta vida ignorando o menospreciando las circunstancias de las personas que nos rodean. Esa actitud, nos aleja de la empatía que deberíamos tener hacia los demás y por tanto, nos unimos a un mundo de indiferencia y de insensibilización hacia las circunstancias de los demás. Es algo así como anestesiar nuestras emociones más primitivas, convirtiéndonos en seres humanos desarraigados de nuestra propia esencia y naturaleza humana. 

Ser amables nos hace libres y evita que nos sintamos mal por lo que otros piensen de nosotros y sobretodo, nos ayuda a ser comprensivos, tolerantes y flexibles con nuestro prójimo. De esta forma, nos quitamos esas cadenas invisibles que nos retienen en un universo repleto de egos. Cada persona es ella y sus circunstancias y caer en nuestras creencias respecto a lo que esperamos de los demás, limita nuestra enorme capacidad de amar y de nuestro infinito sentido de la generosidad. 

Sé amable, porque no debes olvidar que todo el mundo libra alguna dura batalla. No juzgues, no critiques...empatiza y descubrirás que cada persona tiene una parte positiva que va más allá de lo que nos permite ver de sí misma. 

Cada persona encierra lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Si eres capaz de ser un "observador" y no un simple "visor de las apariencias" podrás detectar ese sufrimiento oculto que sobrelleva esa persona detrás de su armadura oxidada.  Cada paso que damos que nos dirige a la generosidad hacia los demás y a la empatía, nos acerca al alma de las personas, donde nuestro corazón se envuelve con la energía poderosa del amor, y nuestra consciencia existencial se alinea con nuestro espíritu errante.

Convierte la amabilidad en tu estilo de vida y no sólo en un acto puntual. Vivirás con la plenitud que merece nuestra existencia y manifestará esa realidad con tus propios actos. 







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